tiempos de amar con los ojos abiertos

                                        

tiempos de amar con los ojos abiertos... 

de ver la oscuridad serenamente, la que rige aún el mundo, dando paso a una nueva generación de los próximos mil años, pero durante el parto, nuestro parto y el de esta nueva humanidad, la generación oscura dará manotazos de ahogado al agua como si fuera el fin del mundo... 

manotazos inútiles porque el silencio, la presencia, el corazón y el peso de la eternidad dan los pasos siempre a tiempo... 

a ese tiempo que es ahora... ese tiempo sin tiempo, pero que es todo corazón... ❤

cada día, es un regalo,

una aventura que se dibuja a sí misma con nuestra atención presente, con nuestra entrega incondicional... 

entregamos la vida, la energía, el amor, el silencio y la voz,... la presencia y la constancia de ser un universo de seres, hongos, virus, bacterias, células, frecuencias, pensamientos, sentimientos y sueños compartidos, como olvidados dioses de un olimpo sin nombre ... 

cada día, es un encuentro con uno mismo, ese que siendo millones de micro seres somos uno, cantando y buscando luz en cada recodo del camino, en cada remanso del río... 

la luz, el sonido, el calor y el frío, bailan en esta sopa de información mágica que nos permite tener un cuerpo, una mente, un corazón, un papel en la sinfonía cósmica del aquí y ahora... 

cada día, es la oportunidad de ser simplemente esa divinidad única, en cada instante, en el del dolor, el de la soledad, el del placer, el de la compañía o el de la paz o la ansiedad... 

cada día, el despertar nos trae de nuevo a la vida, a esta vida que parece estar atada a su propia sombra y a la de otra dimensiones en las que estamos sin poder apenas darnos cuenta... 

saber dormir despertando y saber estar despiertos durante el sueño, son retos asequibles a cualquier persona capaz de soñar en voz alta, de amar sin miedo, de sonreír serenidad, mientras la ilusión parece ser real, mientras el tiempo parece constantemente esfumarse en esta eternidad... 

cada día, es una continuación de la eterna elección de qué cambio alimentamos, a cuál nos sintonizamos, 

a qué sonido misterioso nos hemos afinado, 

a qué beso nos acercamos, 

a qué milenaria mirada hermana, aunque esté al otro lado del mundo y parezca imposible, nos unimos bailando la danza de la vida simultáneamente, 

la elección de ser poesía, 

de ser verso, 

de compartir la alegría de tener, 

de nuevo, 

otro día...